En Lyon, Estados Unidos venció por 2 a 0 a Holanda y se consagró campeón del mundo por cuarta vez en su historia. Los goles fueron anotados por Megan Rapinoe, de penal, y Rose Lavelle.
Ante un marco de 57.900 espectadores, Estados Unidos y Holanda se enfrentaron en el Parc Olympique Lyonnais, en el partido con más concurrencia de la actual competencia y el segundo del 2019. Ubicándose detrás del Atlético de Madrid vs Barcelona, que se disputó en el Wanda Metropolitano, por la Liga Iberdrola.
En el complemento, el encuentro continuó por los carriles de la primera mitad. Las norteamericanas tomaban la iniciativa con la intensidad, el juego de Ertz y Lavelle junto a la velocidad de sus atacantes, pero no pudiendo dar el último toque. Mientras, las dirigidas por Sarina Wiegman apostaban a afirmarse en el bloque defensivo y esperar desequilibrar con algún ataque esporádico de Miedema o Martens.
A los 61 minutos, Megan Rapinoe cambió por gol, un penal sancionado a instancias del VAR, y abrió el marcador. Aunque el resultado volvería a modificarse rápidamente, a los 69 minutos, cuando Rose Lavelle remató para sellar el bicampeonato consecutivo de Estados Unidos.
Tras la desventaja, la entrenadora holandesa colocó a Van der Sanden y Roord para intentar descontar y poder acercarse a la diferencia, pero en su búsqueda dejó algunos espacios atrás que pudo haber sufrido pero fueron bien controlados por, la arquera y una de las figuras del partido, Van Veenendaal.
El pasado sábado, Suecia derrotó por 2 a 1 a Inglaterra y obtuvo el tercer puesto en el podio de la actual Copa del Mundo. La competencia llegó a su fin pero ahora hay mucho para seguir trabajando, para que el fútbol femenino siga creciendo y venciendo a las desigualdades.
De Mariano Peralta (@mh_peralta)
Cobertura para Diario La Futbolista
Fotos: FIFA
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